Ingredientes
- 1 solomillo de cerdo: La pieza ideal. Es magra, tierna y se cocina en pocos minutos.
- 1/2 cabeza de ajos: Para un sabor aromático y profundo.
- 50 ml de whisky: El protagonista de la salsa. Su sabor robusto se suaviza con el limón.
- El zumo de 1/2 limón: Un toque de acidez que equilibra el dulzor del alcohol y la grasa de la carne.
- Aceite de oliva, sal y pimienta: Los básicos para sellar y sazonar.
Preparación Paso a Paso
- Prepara el lomo y los ajos: Limpia el solomillo quitando el exceso de grasa. Córtalo en medallones de entre 1 y 2 cm de grosor. Salpimienta ambos lados de la carne y reserva. Pela los ajos y hazles un corte transversal para evitar salpicaduras.
- Sella la carne: En una sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva. Cuando esté bien caliente, dora los medallones de lomo junto con los dientes de ajo. Cocina la carne hasta que esté bien marcada por ambos lados, y luego retírala de la sartén.
- Prepara la salsa: Con el fuego bajo, vierte el whisky y el zumo de limón en la misma sartén, aprovechando los jugos que ha dejado la carne. Si te atreves, puedes flambear el whisky con cuidado para quemar el alcohol. Deja que la salsa reduzca hasta que espese un poco.
- Integra los sabores: Regresa los medallones de lomo a la sartén y cocínalos por un minuto más con la salsa para que la carne absorba todo el sabor.
- Sirve: Sirve los medallones de lomo bien calientes, bañados en la salsa de whisky. Tradicionalmente, este plato se acompaña con un buen plato de patatas fritas, que son perfectas para mojar en la deliciosa salsa.